Hace años escribí sobre algunos libros que me entusiasmaron de J.G.Ballard. Hoy quiero centrarme en el que más me gustó, aprovechando una buenísima edición que ha publicado Alianza Editorial (podéis acceder a una anterior entrada sobre Ballard aquí).
J.G. Ballard nació en Shangai y en la II GM fue arrestado por los japoneses y recluido, junto a sus padres, en un campo de concentración. Esta experiencia le dio una visión lúcida y pesimista de lo que el ser humano podría llegar a hacer. Este espíritu sobrevuela toda su obra.
En “Rascacielos”, mi favorita hasta ahora, Ballard utiliza un megabloque de pisos en el que viven dos mil personas como escenario para la acción. Sus inquilinos están divididos por la tradicional separación entre clase baja, media y alta. Como bien se refleja en la página 10:
“El centro comercial del piso 10 marcaba la frontera entre el “proletariado”, formado por técnicos de cine o azafatas de vuelo de los nueve pisos inferiores, y la sección media del rascacielos, que iba desde el piso 10 hasta la piscina y restaurantes del piso 35. En este tercio central del edificio residía la clase media, constituida por profesionales autosuficientes pero en general dóciles para el sistema: médicos, abogados, contables y asesores a sueldo de instituciones médicas o grandes empresas. Eran estrictos y disciplinados, y tenían la firmeza de aquellos que no desean ser segundones.”
En los cinco pisos superiores vivía la clase alta formada por profesionales de éxito y magnates.
Tal y como se lee en la descripción anterior, el rascacielos es, a todas luces, una pequeña ciudad con restaurantes, centros comerciales, lugares de ocio, piscinas, etc. De un día para otro, la tensión empieza a crecer, y una oleada de violencia termina por inundar a los inquilinos en lo que se convierte en un verdadero baño de sangre.
Tal y como se lee en la descripción anterior, el rascacielos es, a todas luces, una pequeña ciudad con restaurantes, centros comerciales, lugares de ocio, piscinas, etc. De un día para otro, la tensión empieza a crecer, y una oleada de violencia termina por inundar a los inquilinos en lo que se convierte en un verdadero baño de sangre.
Hay tres personajes principales en los que pivota la mayor parte de la historia: Robert Laing, médico y profesor en la facultad de medicina; Wilder, cineasta musculado que pretende grabar un documental sobre lo que pasa en el rascacielos y, por último, Anthony Royal, el arquitecto del edificio que vive en el ático del piso 40 y que se presenta ante todos como el gran demiurgo.
El edificio sufre daños constantemente: el aire acondicionado no funciona correctamente, los conductos de basura se atascan, los inquilinos organizan fiestas y lo dejan todo hecho un asco y un largo etcétera. Los aparcamientos albergan coches destrozados por el lanzamiento de botellas y basura pero, como en la película "El ángel exterminador" de Buñuel, los inquilinos son incapaces de salir del edificio, ni siquiera de llamar a la policía. Es como si el rascacielos los tuviera retenidos en otra dimensión y los inquilinos prefirieran, en vez de exigir cuentas a los dueños y constructores, aniquilarse entre ellos.
Ficha técnica del libro
Editorial:ALIANZA EDIT
Año de edición:
2018
Materia
Narrativa fantástica y de terror
ISBN:
978-84-9181-075-9
Páginas:
200
Encuadernación:
Tela
Colección:
RUNAS
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