Acabo de ver “Gozu”, una delirante película del aclamado director de cine de terror japonés Takashi Miike. Hace tiempo que sigo a este cineasta. Con su trilogía “Dead or Alive” me lo pasé muy bien, con esos yakuzas postmodernos, que vivían en esa mezcla de fantasía, terror y gore. Qué decir de “Ichi the Killer”; no se me olvidará la escena en la que, al fumar, a uno de los personajes se le levanta la cara como si de unas branquias de pez se tratara. También recomendaría “Audition”, con alguna escena bastante desagradable (sólo digo que hay cables metálicos acercándose a una pierna, lo demás lo dejo a la imaginación de cada uno). “Gozu” me ha dejado un poco insatisfecho, pero no ha dejado de sorprenderme. El argumento es el siguiente: un yakuza tiene orden de matar a su compañero, totalmente ido de la cabeza; de hecho, éste cree que todo lo que le rodea es antiyakuza, desde un perro minúsculo hasta un coche. Al llegar a Nagoya, donde se deshará de él, el yakuza enfermo se escapa y su...
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