Hace muchos años, al llegar al instituto, mi mente estaba preparada sólo para leer cómics, alguna novela de misterio y algo de literatura juvenil. Tampoco era muy lector, mi avidez por la letra impresa comenzó sobre todo en la universidad, donde leí de manera voraz todo lo que se me ponía por delante. Como decía, al llegar al instituto me mandaron como lectura obligatoria en la asignatura de Historia el impresionante libro escrito por Mika Waltari (1908-1979) “Sinuhé el egipcio”. Adentrarme en el mundo del antiguo Egipto, con sus faraones y sus dioses no fue lo que más me entusiasmó, sino la historia de este joven médico que se enamoró, que lo perdió todo, que viajó por unas civilizaciones ya desaparecidas y que, en el ocaso de su vida, contaba una historia que reflejaba lo más significativo de su vida: era un solitario. Así lo llamaban, Sinuhé, ‘el que es solitario’, un sobrenombre demoledor para una vida intensa y llena de aventuras. A continuación, cito el comienzo del libro, que es...
Reseñas de libros clásicos