Gillo Pontecorvo fue un militante antifascista y documentalista creador de una película inmensa y conmovedora que vio la luz en 1966: "La Batalla de Argel".
Argelia fue colonia de Francia durante decenios hasta que el Frente de Liberación Nacional se levanta en armas en 1954 (aunque las protestas vienen de tiempos anteriores, como se puede leer en el enlace que incluyo). La película arranca en esos años, con el arresto -tras la confesión bajo tortura de un conocido- de Ali, un ratero reconvertido, tras el paso por la cárcel, en militante del FLN.
La Batalla de Argel cuenta con un elenco de actores entre los que no hay profesionales. La fuerza narrativa, desarrollada bajo la inmensa banda sonora de Ennio Morricone y del propio Pontecorvo, hace que la tensión se incremente por momentos. El terrorismo, la tortura, la represión y la sublevación son actores también de un conflicto entre una Francia cuya opinión pública quería -como establece uno de los militares franceses-, mayoritariamente, seguir en Argelia al principio de la sublevación y un FLN que crece constantemente, sobre todo en barrios humildes e históricos como la Casbah.
La Batalla de Argel cuenta con un elenco de actores entre los que no hay profesionales. La fuerza narrativa, desarrollada bajo la inmensa banda sonora de Ennio Morricone y del propio Pontecorvo, hace que la tensión se incremente por momentos. El terrorismo, la tortura, la represión y la sublevación son actores también de un conflicto entre una Francia cuya opinión pública quería -como establece uno de los militares franceses-, mayoritariamente, seguir en Argelia al principio de la sublevación y un FLN que crece constantemente, sobre todo en barrios humildes e históricos como la Casbah.
Hay varios momentos muy potentes en la película: cuando unas mujeres árabes se hacen pasar por francesas para, al saltarse los controles policiales, poder colocar unos bolsos con bombas en varios lugares concurridos, incluida una cafetería donde un grupo de chavales bailan despreocupadamente; o cuando los militares franceses entran en la Casbah para cerrar tiendas y arrestar, por la fuerza, a cualquier sospechoso.
Inmensa película.
Inmensa película.
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