Dos veces he leído “El talento de Mr. Ripley” y dos veces me ha entusiasmado.
El argumento es el siguiente: el señor Greenleaf, un importante empresario con bastante dinero, aborda a Tom Ripley, un joven veinteañero, en un bar para pedirle un favor. Debe viajar a Italia y convencer a su hijo, Dickie, de que vuelva a EE UU. Tom, que no sabemos bien a qué se dedica y que huye de no sabemos tampoco qué, acepta. Viaja a Italia y entabla una relación de amistad con Dickie y una amiga de él, una escritora llamada Marge. El joven rico no tiene mucha intención de volver, pretende hacerse pintor y vivir de sus rentas. La relación se va enturbiando entre los tres. Tom tiene cierto interés en que Marge no esté mucho con ellos, pues parece estar enamorada del joven Greenleaf y, poco a poco, consigue embaucar a su nuevo amigo. ¿Se ha enamorado Tom de él? No lo sabemos bien, puesto que Highsmith construye a un Ripley ambiguo, amoral, que no se sabe bien si lo que hace hace es por impulso o interés. Nos habla de su infancia, levemente, y de cómo su tía lo maltrataba y lo acusaba de “mariquita”. Pero no da más información sobre sus aspectos más íntimos, solo que odiaba a todo el mundo, amigos de Nueva York incluidos.
Atención: spoiler
Ripley termina matando a Dicky a bordo de una barca. Lanza su cadáver al mar y hunde dicha embarcación. Luego, se va a Roma y engaña a Marge, al señor Greenleaf y a todo el mundo falsificando cartas y otros documentos e iniciando un auténtico juego de espejos y dobles identidades. Un amigo de Dickie sospecha de Tom y este último decide asesinarlo también y esconder su cadáver en una vía del centro de Roma.
Posteriormente, alquilará una vivienda en Venecia, donde se encontrará con Marge, el señor Greenleaf y un detective contratado para investigar el paradero del joven Dickie.
Ripley termina matando a Dicky a bordo de una barca. Lanza su cadáver al mar y hunde dicha embarcación. Luego, se va a Roma y engaña a Marge, al señor Greenleaf y a todo el mundo falsificando cartas y otros documentos e iniciando un auténtico juego de espejos y dobles identidades. Un amigo de Dickie sospecha de Tom y este último decide asesinarlo también y esconder su cadáver en una vía del centro de Roma.
Posteriormente, alquilará una vivienda en Venecia, donde se encontrará con Marge, el señor Greenleaf y un detective contratado para investigar el paradero del joven Dickie.
Durante todo el tiempo, Ripley es un improvisador, un tipo astuto que va actuando conforme las situaciones se lo van requiriendo y que logra engañar a todo el mundo, incluso a la policía italiana. Al final se salva, puesto que Ripley tiene un talento especial... para hacer el mal.
“El talento de Mr. Ripley” ha sido llevado dos veces al cine: la primera película se tituló “A pleno Sol”, estrenada en 1960 y dirigida por René Clément y que contó con con Alain Delon en el papel de Mr. Ripley; la otra, de 1999, dirigida por Anthony Minghella y en la que Matt Damon encarnará a Tom.
Y ahora viene una pregunta: ¿quién hace mejor el papel de Tom Ripley?
Postdata: si tenéis instagram en mi cuenta he grabado un vídeo sobre este libro. @palabrassotano
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