Ir al contenido principal

Viendo “Naruto”

 He dedicado todas las noches de los últimos meses a ver capítulos del anime "Naruto" hasta que, de golpe y porrazo, me he tragado las nueve temporadas. Me ha encantado y no solo por su fascinante estética. 

En un mundo  dominado por aldeas ninja, cada una de ellas está dirigida por un hokage. Naruto, un aprendiz de shinobi, se entrena duramente en la aldea oculta de La Hoja. Nuestro héroe es huérfano y, siendo aún un niño muy pequeño, uno de los hokages pudo encerrar en su interior el alma del Zorro de nueve colas, un monstruo que aterrorizó a la aldea y que a punto estuvo de exterminarla. Marginado por la mayoría de los aldeanos, Naruto se esfuerza duramente para llegar a ser hokage. Para ello, debe ir ascendiendo de nivel a través de duros exámenes, sin olvidarnos de que todo ninja debe ejecutar misiones -en grupos de tres- que le son encomendadas por la aldea.

Los ninjas aprenden a dominar técnicas extraordinarias, sobre todo controlando su chakra a modo de energía con posibilidades sobrehumanas. El abanico de técnicas que puede ejecutar un ninja es amplio: desde las físicas, basadas en la velocidad y en los golpes directos utilizando el cuerpo y todo tipo de armas, como podrían ser los nunchakus, hasta otras más sofisticadas, como multiplicar el cuerpo y generar clones (la favorita de Naruto, por cierto), alterar elementos de la naturaleza como la arena, el viento, el agua o conseguir que animales e insectos se conviertan en fieros aliados.   

La mayoría de sus protagonistas simbolizan la dura lucha por superar no solo sus límites propios, sino los que otros intentan imponerles. Los más relevantes para mí, además de Naruto, son:  Sasuke, amigo y rival de Naruto, obsesionado con vengar el asesinato de su familia por parte de su hermano; Rock Lee, que solo puede dominar técnicas físicas, pero su esfuerzo le lleva ser un guerrero de gran nivel; y Sakura, enamorada de Sasuke y compañera de Naruto que quiere ser ninja médico. Hay muchos más personajes fantásticos que también son un ejemplo de tesón y valentía. Incluso Shikamaru, otro amigo de Naruto, que nunca tiene ganas de nada, es un cerebro de la estrategia y un gran líder. 

Hasta que Sasuke, seducido por Orochimaru -el malvado de la serie-, se va de la aldea, este anime tiene momentos llenos de fuerza poética. Me he emocionado muchas veces viendo cómo estos chavales luchaban y luchaban a pesar de todo. Caían y se volvían a levantar y veían el destino no como algo escrito, sino como un edificio por hacer. Además, la banda sonora es extraordinaria, sobre todo una canción que no olvidaré nunca: "Grief And Sorrow", de Takaki Toshio.
 
Otro ninja que me fascina es Gaara (habitante de la aldea de La Arena y rival, aunque luego aliado, de la aldea de La Hoja), que también esconde un monstruo dentro y es capaz de controlar la arena como arma letal. Su infancia fue traumática: odiado por todo el mundo, incluso su familia intentó matarlo. Por todo ello, se tatuó el Kanji (Ai), que significa amor, en la frente. 

Como os decía, una vez Sasuke se va, la serie decae. Se convierte en una sucesión de misiones donde priman la acción y el humor, pero pierde parte de la profundidad de sus primeras temporadas. O sea, que tiene una cantidad de relleno para fliparlo.   
La serie termina cuando Naruto se va con su maestro “Ermitaño Pervertido” a entrenar. Estoy deseando ver "Naruto Shippûden", la continuación. 
Por cierto, para cualquier duda, existe una Wikipedia sobre Naruto: https://naruto.fandom.com/es/wiki/Naruto_Wiki


Comentarios

  1. Es una buena serie. y sus tramas están muy bien desarrolladas.

    ResponderEliminar
  2. Cierto, Javier. A mí me ha encantado. ¡Gracias por el comentario!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario