Esta película es un auténtico experimento cinematográfico rodado tan solo a base de imágenes fijas. En un futuro, tras un desastre apocalíptico, un hombre es detenido e interrogado. El gobierno busca respuestas para poder salvar a la humanidad o bien en el pasado o bien viajando hacia el futuro. El detenido tiene en la mente una imagen, una mujer bellísima, a la que ve en un muelle (“jetée” en francés). A partir de ese recuerdo, el reo construye una confesión en la que no sabes si sueña o está muerto o delira; no sabes qué parte es cierta o es inventada. En fin, una surreal y laberíntica historia que, sin embargo, cuando termina, te deja un poso amargo que te revienta la cabeza.
Cada foto tiene vida propia, fuerza, acompañada de esa voz en off que relata una relación entre unos personajes que es difícil de comprender. Es poética, breve, puesto que no llega ni a 30 minutos, y desoladora. Estoy deseando visionarla de nuevo.
Curiosidades: su director, Chris Marker, se dedicó principalmente al documental. De hecho, La Jetée es su única pieza de ficción que, además, influyó en películas tan afamadas como 12 Monos.
¿La habéis visto? ¿Qué os parece?
Comentarios
Publicar un comentario