Constantemente pienso en lo que el azar juega en la vida de cada uno. Por minutos conocemos a gente que nos interesa; por días estudiamos unas cosas y otras no; creemos que controlamos algo de nosotros mismos, pero veo más bien que algunos deambulamos intentando encontrar caminos que trazar.
Un escritor que trata a menudo del azar es el estadounidense Paul Auster (New Jersey, 1947), al que tuve la oportunidad de ver en directo en la feria del libro de Granada, so pena de no entender nada debido a mi ignorancia acerca de la lengua de Shakespeare. Para pegarme una paliza, vamos. Aún así, valió la pena. De algo nos enteramos. Me gustan todos los libros que he leído de él (y son bastantes), pero entre todos ellos destaco dos:
“La Trilogía de Nueva York”, una mezcla de suspense urbano marcado por las coincidencias y que te deja con ganas de más y más provocándote, al terminarlo, un tremendo desasosiego, ya que tu cabeza continua reflexionando sobre todo lo que acabas de leer. Como curiosidad, no perdáis detalle de la parte en la que habla de “El Quijote”.
El segundo es “Libro de las Ilusiones”, encantador también, no sólo por que uno de los personajes se llame Héctor, como yo, y de apellido Mann, (pequeñas tonterías que a uno le hacen gracia dentro de su rutinaria vida), sino porque me fascinó la historia sobre Martin Frost. Trata de un escritor que se aísla en casa de unos amigos para terminar su obra. Por caprichos del destino se encuentra a una bella mujer allí. Ésta parece enfermar, tiene frío; el fuego de la chimenea se apaga y Martin empieza a quemar su manuscrito. Conforme quema la obra, la mujer mejora de salud. ¿Terminará finalmente de escribirla?
La vida es puro Azar.
Un escritor que trata a menudo del azar es el estadounidense Paul Auster (New Jersey, 1947), al que tuve la oportunidad de ver en directo en la feria del libro de Granada, so pena de no entender nada debido a mi ignorancia acerca de la lengua de Shakespeare. Para pegarme una paliza, vamos. Aún así, valió la pena. De algo nos enteramos. Me gustan todos los libros que he leído de él (y son bastantes), pero entre todos ellos destaco dos:
“La Trilogía de Nueva York”, una mezcla de suspense urbano marcado por las coincidencias y que te deja con ganas de más y más provocándote, al terminarlo, un tremendo desasosiego, ya que tu cabeza continua reflexionando sobre todo lo que acabas de leer. Como curiosidad, no perdáis detalle de la parte en la que habla de “El Quijote”.
El segundo es “Libro de las Ilusiones”, encantador también, no sólo por que uno de los personajes se llame Héctor, como yo, y de apellido Mann, (pequeñas tonterías que a uno le hacen gracia dentro de su rutinaria vida), sino porque me fascinó la historia sobre Martin Frost. Trata de un escritor que se aísla en casa de unos amigos para terminar su obra. Por caprichos del destino se encuentra a una bella mujer allí. Ésta parece enfermar, tiene frío; el fuego de la chimenea se apaga y Martin empieza a quemar su manuscrito. Conforme quema la obra, la mujer mejora de salud. ¿Terminará finalmente de escribirla?
La vida es puro Azar.
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