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BUENOS O MALOS POR NATURALEZA

¿El ser humano es bueno o malo por naturaleza? ¿El estado nos corrompe o, sin embargo, debe protegernos de nuestra ávida sed de matarnos los unos a los otros? El debate está servido y pivota fundamentalmente en torno a dos filósofos cruciales dentro del pensamiento político: Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, Suiza, 28 de junio de 1712 - Ermenonville, Francia, 2 de julio de 1778) y Thomas Hobbes (5 de abril de 1588 – 4 de diciembre de 1679). Para el primero, el hombre es bueno por naturaleza y, por tanto, el Estado debe emerger de un contrato social en el que primará el interés general y, por extensión, lo hará como un cuerpo cuya soberanía resida en el pueblo. Para Rousseu, libertad e igualdad eran fundamentales. Renunciar a la libertad sería “renunciar a la cualidad de hombres, a los derechos de humanidad e incluso a los deberes” (“El contrato social”). Esa libertad también se acompañaría de igualdad, no sólo ante la ley, sino como él estableció, una igualdad que impida que el rico sea ...

PERSÉPOLIS

Ahora que las revueltas sociales han expulsado a varios dictadores del norte de África y la guerra se empieza a enquistar en Libia con la intervención de países occidentales, me ha parecido correcto traer a colación la película de animación “Persépolis” (2007), basada en el cómic homónimo creado por Marjane Sartrapi. La historia se sitúa en Irán, en los últimos días del régimen del Sha de Persia, protagonizada por una niña que vive en un ambiente moderno y culto en el seno de una familia acomodada y con ideas progresistas. A lo largo de la historia, esta niña admiradora de Bruce Lee va descubriendo cómo miembros de su familia han sido encarcelados por el Sha, consecuencia de la brutal represión de éste. Con el paso del tiempo, una revuelta termina con el régimen del tirano, pero desemboca en un nuevo sistema, la república islámica de los ayotolás, cambiando radicalmente el mundo en el que la niña vivía. Viendo cómo la represión aumentaba, sobre todo para las mujeres, la familia decid...

LA HUELLA

Dos actores cara a cara en una gran mansión le bastaron a Joseph L. Mankiewicz para construir una interesante obra cinematográfica: “La huella” (1972). Pero, claro, estos dos actores eran Lawrence Oliver y Michael Caine, una combinación perfecta. Mezclando el suspense con ciertas dosis de humor, Oliver encarna a un escritor de novelas detectivescas, ya bastante mayor y millonario, que invita a su casa a un joven Michael Caine, amante de su esposa. En ese encuentro, Oliver, como si de una de sus novelas se tratase, inicia un juego macabro con Caine que culminará con inusitadas consecuencias. De Mankiewicz también me interesa resaltar “Eva al desnudo” (1950) sólo y exclusivamente por la grandeza de Bette Davis, con ese derroche de cinismo que la caracterizaba y cuyas lapidarias frases ya son todo un clásico en la historia del séptimo arte. Ya aviso que “La huella” tiene un remake que no he visto y no sé si tendré ganas de hacerlo, aunque también sale Michael Caine, esta vez haciendo de ...

KARMA

Buda dijo que uno recoge lo que siembra, resumiendo así lo que se conoce como la “Ley del Karma”, doctrina que se basa en la premisa de que todos damos lo que recibimos y recibimos lo que damos, trasmitiéndose estas conductas reencarnación tras reencarnación y supeditando nuestras posteriores vidas hasta que rompamos esa rueda con el Nirvana. A veces pienso que es verdad, no lo de la reencarnación, sino que tu comportamiento te trae consecuencias, negativas o positivas; y otras veces pienso que no. El mundo está muy mal repartido. Sin embargo, es cierto que somos consecuencia de nuestras decisiones y responsables en parte de lo que nos pasa, sin obviar, claro está, que pertenecemos a un sistema en el que todo viene dado como si fuéramos sólo tornillos de un engranaje. Sobre el Karma destacaría una divertida serie, “Me llamo Earl” (2005).Trata de un joven cuya desastrosa vida da un cambio cuando le toca la lotería. En el mismo instante en que descubre que es millonario, lo atropella un...

Historias de amor en Hong Kong

Las historias de amor en el cine no me han llamado mucho la atención, sobre todo las convencionales con final feliz o las trágicas que no llegas a entender bien. Pero hay algunas que se salen de lo habitual, que llegan a emocionarte desde el primer minuto. Entre éstas destaco las historias retratadas por el director de cine hongkonés Wong Kar-wai (1958). Su cine es una experiencia estética y musical, como de videoclip, pero que retrata emociones demoledoras para el espectador. En mi película preferida, “In the mood for love” (2000), un hombre y una mujer que ven poco a sus respectivas parejas empiezan, acompasados por una sublime banda sonora, a acercarse cada vez más, como dos bailarines, aumentando el tiempo que pasan juntos. La película es un conglomerado de bellas imágenes en las que ni siquiera llegan a tocarse, pero no paras de imaginar la historia de amor que viven. Entre su filmografía elegiría muchas más, como “Chungking express”, con ciertos toques de humor; “Fallen Ange...

TINTÍN

Cuando era muy niño había una actividad que me entusiasmaba más que ninguna otra cosa: leer los cómics de Tintín y sumergirme en un mundo de viajes y misterios. El joven periodista y su perro Milú encarnaban, a mi entender, a un solitario y a su fiel amigo, con esa libertad anhelada de moverse por todo el mundo y contando con compañeros de viaje como el bebedor capitán Haddock y su vocabulario de manigero cascarrabias; el profesor Tornasol, ese loco brillante; los policías gemelos Hernández y Fernández … y otros muchos más que se cruzan y batallan en las páginas creadas por el belga Hergé (1907-1983). Las aventuras que mejor sabor me dejaron fueron las de “El asunto Tornasol” y “Las siete bolas de cristal”, aunque la mayoría son geniales. Teniendo como tengo todas las aventuras de Tintín en mi estantería, todavía las sigo leyendo de vez en cuando y recuerdo una y otra vez a ese joven chaval mitad explorador mitad escritor.

CINE RARO JAPONÉS

Acabo de ver “Gozu”, una delirante película del aclamado director de cine de terror japonés Takashi Miike. Hace tiempo que sigo a este cineasta. Con su trilogía “Dead or Alive” me lo pasé muy bien, con esos yakuzas postmodernos, que vivían en esa mezcla de fantasía, terror y gore. Qué decir de “Ichi the Killer”; no se me olvidará la escena en la que, al fumar, a uno de los personajes se le levanta la cara como si de unas branquias de pez se tratara. También recomendaría “Audition”, con alguna escena bastante desagradable (sólo digo que hay cables metálicos acercándose a una pierna, lo demás lo dejo a la imaginación de cada uno). “Gozu” me ha dejado un poco insatisfecho, pero no ha dejado de sorprenderme. El argumento es el siguiente: un yakuza tiene orden de matar a su compañero, totalmente ido de la cabeza; de hecho, éste cree que todo lo que le rodea es antiyakuza, desde un perro minúsculo hasta un coche. Al llegar a Nagoya, donde se deshará de él, el yakuza enfermo se escapa y su...