No he sido gran lector de cómic de superhéroes. En mi infancia, mis lecturas eran Tintín y Astérix: un periodista belga que resolvía misterios y unos galos antiimperialistas que debían su poder a la pócima mágica. Superman, Batman, la patrulla X, Flash…fueron personajes que descubrí ya en la edad adulta (en papel, en cine los conocía bien), pero siempre me decanté más por otros géneros. Leyendo aventuras y aventuras en búsqueda de salvarnos de los malos -los superhéroes, claro-, nunca me había planteado una serie de preguntas intrigantes: pero bueno, esta gente, con todo el poder que tiene, ¿por qué hace el bien?, ¿no les sería más rentable aprovecharse? Se supone que el poderoso busca su propio beneficio, o eso es una cosa que vemos casi siempre. Seguramente por ser historias enfocadas al mundo juvenil no reflexioné sobre estos aspectos. Mi visión cambió, claro está, cuando cayó en mis manos “Watchmen” de Alan Moore, del que ya dejé mi opinión en este blog y que supuso que se creara en mí una mirada distinta hacia estos enmascarados. Nunca se me olvidará la pregunta: ¿Quién vigila a los vigilantes?
Si los superhéroes buscan el bien pueden caer en la tiranía quizás, o en el hastío o, por qué no, cambiarse de bando. En el libro “Los superhéroes y la filosofía”, coordinados por Tom y Mat Morris y publicados por la editorial Blackie Books, filósofos y profesionales del cómic profundizan en estas preguntas utilizando para ello el mundo del pensamiento filosófico. Justicia, deber moral, castigo o premio superior, dios o ausencia de él, bien común o interés personal son conceptos que navegan junto a máscaras de murciélago y garras de adamantium. ¿Superman es superhéroe porque es alienígena poderoso o porque recibió una buena educación en su granja estadounidense con sus afables padres adoptivos? Y Magneto, ¿dejó de creer en el género humano tras sufrir en sus propias carnes el holocausto nazi, o era malvado de nacimiento? Bien y mal parece que siempre buscan un origen, incluso en los cómics de superhéroes.
Si los superhéroes buscan el bien pueden caer en la tiranía quizás, o en el hastío o, por qué no, cambiarse de bando. En el libro “Los superhéroes y la filosofía”, coordinados por Tom y Mat Morris y publicados por la editorial Blackie Books, filósofos y profesionales del cómic profundizan en estas preguntas utilizando para ello el mundo del pensamiento filosófico. Justicia, deber moral, castigo o premio superior, dios o ausencia de él, bien común o interés personal son conceptos que navegan junto a máscaras de murciélago y garras de adamantium. ¿Superman es superhéroe porque es alienígena poderoso o porque recibió una buena educación en su granja estadounidense con sus afables padres adoptivos? Y Magneto, ¿dejó de creer en el género humano tras sufrir en sus propias carnes el holocausto nazi, o era malvado de nacimiento? Bien y mal parece que siempre buscan un origen, incluso en los cómics de superhéroes.
Desde que naciera DC, marvel intentó hacer que los heroes tuvieran también problemas "reales" a los que se enfrentaran día a día, supongo que la evolución lógica de todo esto, llevó a un desarrollo bastante grande dentro de la fiolosofía que deberían ir desarrollando internamente.
ResponderEliminarTiene que ser interesante el libro :)
¡Un saludete!
Gracias por el comentario, Isidro. Parece que sí, esos problemas reales daban para mucha reflexión. Saludos!!
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