La historia de la humanidad está llena de luchas, sangre, conflictos de poder, tratados comerciales, venganzas, religiones… y un largo etcétera. Pero, además, está llena de la necesidad de alterar los estados de conciencia, de salirse del cuerpo en pos de una trascendencia espiritual, por un lado, o de explotar todos los recursos del mundo terrenal aumentando la energía, por el otro. A estas dos variables añadiríamos el combate contra la enfermedad y muerte. ¿Cómo se ha intentado conseguir todo esto? Pues utilizando sustancias conocidas hoy como “drogas”.
Seguramente, uno de los más entendidos a nivel mundial sobre el asunto de las “drogas” sea el filósofo español Antonio Escohotado, uno de los intelectuales más interesantes de este país. En su libro “Aprendiendo de las drogas: Usos y abusos, prejuicios y desafíos”, más escueto que su famosa “Historia General de las Drogas” de un volumen bastante considerable, Escohotado repasa la historia de las drogas dividiéndolas en “drogas de Paz”, “drogas de energía” y “drogas psiquedélicas”. Desde el opio hasta los barbitúricos, pasando por el café o el LSD, todas tienen un espacio de análisis riguroso y exhaustivo.
Detallando cómo funcionan químicamente, cuáles son sus efectos primarios y secundarios, cómo han influido la política y el racismo a la hora de calificar algunas drogas, el libro es un tratado entre científico y sociológico digno de admiración.
Toda medicina puede ser un veneno, todo depende de la dosis, la pureza y el individuo que la toma. Una auténtica lección leer a este filósofo.
Seguramente, uno de los más entendidos a nivel mundial sobre el asunto de las “drogas” sea el filósofo español Antonio Escohotado, uno de los intelectuales más interesantes de este país. En su libro “Aprendiendo de las drogas: Usos y abusos, prejuicios y desafíos”, más escueto que su famosa “Historia General de las Drogas” de un volumen bastante considerable, Escohotado repasa la historia de las drogas dividiéndolas en “drogas de Paz”, “drogas de energía” y “drogas psiquedélicas”. Desde el opio hasta los barbitúricos, pasando por el café o el LSD, todas tienen un espacio de análisis riguroso y exhaustivo.
Detallando cómo funcionan químicamente, cuáles son sus efectos primarios y secundarios, cómo han influido la política y el racismo a la hora de calificar algunas drogas, el libro es un tratado entre científico y sociológico digno de admiración.
Toda medicina puede ser un veneno, todo depende de la dosis, la pureza y el individuo que la toma. Una auténtica lección leer a este filósofo.
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