Hay grupos de música que te sumergen en un mundo distinto, algo onírico quizás. Sensaciones que te llevan no sólo a canturrear una y otra vez sus melodías o a aprenderte la letra de sus canciones, sino a indagar algo más en su filosofía. A mí me pasó con The Doors (1965-70). Cuando escuchaba a Jim Morrison cantando pensaba: ¿de dónde saca este tío estas ideas? Empecé a leer a Carlos Castaneda, a indagar sobre la Psicodelia, a leer a los Beatniks. Pero una y otra vez volvía a canciones como “The End” o “People are strange” y se me dilataban de forma natural las pupilas. Cuando Aldous Huxley publicó “Las puertas de la percepción” (1954) arrancando el título de una frase del poeta Wiliam Blake -“Si las puertas de la percepción se purificaran todo se le aparecería al hombre como es, infinito”-, no pensaba que su tratado sobre los efectos de los alucinógenos también influiría a un grupo musical que dio un auténtico pelotazo en los 60-70.
Hoy os dejo la canción “The End”, que no olvidaré jamás gracias a la película “Apocalypse Now”. Por cierto, también recomiendo la película de Oliver Stone sobre The doors. Muestra a un Jim Morrison que estaba como una auténtica regadera. Quizás fuera así pero, cuando a la edad de 27 años nos dejó para siempre, dejó algo más que un cadáver joven: su leyenda.
Sólo una cosa, como diría mi primo Darth Vader: Break on through to the other side!
ResponderEliminarjajaja, si, habrá que pasarse
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