El viaje más cruel y divertido de la filosofía: así destruye Voltaire el optimismo desmedido
“Cándido”, de Voltaire, es uno de esos libros que parecen ligeros… hasta que empiezas a mirar bien.A través de un viaje lleno de guerras absurdas, terremotos, inquisidores, esclavitud, engaños, filosofías mal entendidas y optimismos ridículos, seguimos a Cándido: un joven que solo quiere creer que vive en “el mejor de los mundos posibles”.
A su lado desfilan personajes inolvidables: Pangloss, maestro del optimismo absurdo; Cunegunda, la amada que siempre parece estar en peligro; Cacambo, quizá el más sensato de todos; la Vieja, con una historia tan terrible como hilarante; Martín, pesimista radical; y figuras excéntricas como el señor Pococurante, incapaz de disfrutar nada.
En cada capítulo, Voltaire desmonta las certezas del protagonista:
su fe ingenua, sus ideales, su búsqueda de sentido en un mundo cruel, caótico y profundamente humano.
Cándido mata sin querer, huye, se enamora, se decepciona, encuentra paraísos imposibles —como El Dorado— y los abandona. Una sátira feroz contra el optimismo filosófico, el fanatismo, la corrupción, el colonialismo y la estupidez humana.
Al final, después de tantas desgracias, solo queda una pregunta:
¿Cómo vivir cuando el mundo es un desastre?
Por cierto, Voltaire, con esta obra, tenía en su punto de mira a Leibniz y su afirmación de que vivimos en el mejor de los mundos posibles.
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