Dostoievski entendió antes que nadie que el ser humano no es un ser racional, sino un ser contradictorio.
En Apuntes del subsuelo nos muestra a uno de los personajes más odiosos de su obra: un hombre que piensa demasiado, actúa demasiado poco y se autodestruye con plena conciencia.¿Por qué nos saboteamos incluso cuando sabemos qué nos conviene?
¿Por qué elegimos el dolor, la humillación o el caos?
Dostoievski convierte estas preguntas en literatura… y en un espejo incómodo.
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