Palabras desde el sótano

Flaubert (1821-1880) está considerado uno de los grandes novelistas occidentales y es conocido, fundamentalmente, por su novela “Madame Bovary”, publicada en 1857. Charles Bovary, médico un poco pacato e inocente, se casa en segundas nupcias con Emma, una chica bellísima. Emma pronto se da cuenta de que ese matrimonio no la lleva a una historia de amor como las que había leído en las novelas. Ella buscaba algo más sublime, más lujoso, más ambicioso y Charles no llega a ser ni la mitad de esa idea, a pesar de amar a su mujer hasta el límite de la idealización. Emma repudia a Charles, al que culpa de su desdicha. Emma decide vivir emociones fuertes buscando pasión en relaciones extramatrimoniales. La trama se complica más y más, ya que Emma solo puede alcanzar momentos efímeros de dicha sepultados por una realidad que la asfixia. Flaubert, con una belleza literaria brutal, nos enfrenta al choque entre realidad y deseo, ilusión y frustración.  El final,  trágico, me ha recordado a Shakesp

  Joven brillante, Rimbaud (1854-1891) ya había escrito toda su obra a la edad de 20 años. Luego, enmudeció, viajó y ganó dinero como traficante de armas alejado de los vapores líricos de las ciudades francesas. Murió con 37 años. Vivió la bohemia y el alcohol, una relación tormentosa con el famoso poeta Verlaine y se convirtió en un mito de la literatura , siendo uno de los más grandes poetas de todos los tiempos. En este directo, leo algunos de sus poemas intercalando aspectos de su biografía y de las corrientes literarias que lo rodearon.

En 1985, Breat Easton Ellis publicó “Menos que cero”. Rápidamente, este libro -que vio la luz cuando el autor tenía 20 años- se convirtió en una especie de best seller. Nos encontramos ante un viaje a lo sórdido protagonizado por un grupo de jóvenes, la mayoría hijos de productores de cine y ejecutivos. Pero también hay punks, drogadictos, camellos y auténticos pervertidos. Entre grandes mansiones, piscinas y coches de alta gama, se esconde lo siniestro. Clay, el protagonista, llega a Los Ángeles a pasar la Navidad con su familia. Tiene 18 años. Con un estilo seco y contundente, se nos describe la multitud de fiestas y obscenidades de las que es testigo. Sin ningún tipo de ilusión, moviéndose a base de drogas, la desolación embarga a Clay. Conocí a Bret Easton Ellis a través de “American Psycho”, la película, porque el libro aún no lo he leído. Si te gusta el realismo sucio, “Menos que cero” podría interesarte. ¿Has leído esta novela? Os paso el vídeo que he realizado.

  Joseph Conrad (1957-1924) publicó “El corazón de las tinieblas'' en 1899. Basándose, en parte, en su experiencia como marino, nos adentra en un mundo sórdido en el que analiza cuestiones como el colonialismo, el racismo, la violencia, la ambición, la locura y la degradación humana. Un marino llamado Marlow viaja a África y navega por un gran río -entendemos que es el Congo, aunque no se cita- en busca de Kurtz, un jefe de una explotación de marfil muy destacable. Durante el trayecto, Marlow se encontrará con un universo entre lo onírico y lo terrorífico. ¿Qué le ha pasado a Kurtz? ¿Realmente ha perdido el juicio o es un líder sin igual? Las últimas palabras de este enigmático personaje fueron: “¡El horror, el horror!” ¿A qué se refería? En 1979, Francis Ford Coppola se basó en este libro para crear su maravillosa película “Apocalipse Now”, ambientada en la guerra de Vietnam y en la que Marlon Brando hace de Kurtz y Martin Sheen, de Marlow. Una obra maestra del séptimo a

Hace años que me encontré con la poesía de Leopoldo María Panero (1948-2014). Fue como un golpe. Cuando me recuperé,  me di cuenta de que estaba ante uno de mis poetas favoritos. Dureza y delicadeza se movían entre líneas que parecían arañazos en el papel. Poeta maldito, muchos aspectos de su vida lo marcaron a él y a su obra:  su enfermedad mental, la cárcel, la estancia en psiquiátricos, el tabaquismo, las drogas…, así como el pertenecer a una familia particular, retratada por Jaime Chavarri en la película de culto “El desencanto” (1976). Leopoldo María Panero merece estar en el cuadro de honor de este humilde sótano, junto con los grandes. 

  John Kennedy Toole (Nueva Orleans, Luisiana, 17 de diciembre de 1937-Biloxi, Misisipi, 26 de marzo de 1969) no pudo ver cómo su gran obra, “La conjura de los necios”, se elevaba hasta convertirse, en 1981, en premio Pulitzer y en uno de los grandes clásicos indispensables de la literatura universal. Ignatius J. Reilly, su protagonista, es una mezcla de inquisidor medieval y miembro de los hermanos Marx, un Don Quijote en el cuerpo de Oliver Hardy. Tiene 30 años, no trabaja y vive con su madre, a la que tiene harta con sus ocurrencias. Combinando un ingenio narrativo extraordinario, Toole expone un abanico de personajes sin desperdicio, creando escenas tan absurdas como hilarantes.

  Escrito en el siglo XVIII, “Hagakure” es uno de los libros más relevantes e importantes de la cultura japonesa. Admirado por escritores como Mishima, este texto aglutina una cantidad ingente de reflexiones filosóficas que aumentan tu sabiduría. Yamamoto, un monje retirado del mundo, establece cuál debe ser el camino de un samurái. En tiempo de paz, y ya en el siglo XXI, podemos ver este camino como una vía para la realización personal, siempre que no se interprete todo de forma literal. “Hagakure” sirvió de inspiración para el director Jim Jarmuch, cuya película “Ghost Dog”, protagonizada por Forrest Whitaker, describe la vida de un mercenario cuyo código de conducta está directamente extraído de esta obra.