¿Qué es la belleza? ¿Y la pasión ¿Y el amor? ¿Daríamos todo por la eterna juventud? ¿Firmaríamos con el diablo que un retrato de nosotros mismos soportara todos nuestros vicios y pecados? ¿Qué precio se tendría que pagar por tan ambicioso deseo?
Oscar Wilde nos muestra su ingenio de forma brutal en el “El retrato de Dorian Gray”. No solo es una reflexión sobre la belleza y la juventud, sino también sobre el arte, la vida, el matrimonio, la política o la condición humana en general. Nada parece salvarse del objetivo de este grandísimo escritor. Sus personajes se complementan perfectamente, siendo Lord Henry, con su cinismo, el que seguramente represente la voz del propio autor. Un joven y bello Dorian, cuyo retrato soporta todo lo que el tiempo puede mancillar en cualquier humano, se mantiene tan seductor y atractivo como siempre a pesar del paso de los años. No obstante, la corrupción irá poco a poco apoderándose de su alma. El precio será alto.
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