El martes 3 de abril salimos a las 4 de la mañana para llegar a tiempo al aeropuerto de Málaga. La salida la teníamos planeada para las 9:45 horas, pero resulta que, debido a una huelga de controladores en Francia (sí, ahí también se ponen en huelga), no pudimos despegar hasta las 10:30. Pero no se acaban aquí los contratiempos. Al llegar al aeropuerto Charles de Gaulle, el coche que habíamos contratado para que nos llevase al hotel no nos estaba esperando. Creíamos que era por nuestro retraso, así que llamamos. No hablaban español y su inglés era un tanto difícil de entender. Menos mal que en la oficina de información un hombre amabilísimo que hablaba español nos salvó la vida. Llamó a la compañía de coches y ésta, por fin, contacto con nosotros a través de una muchacha hispanoparlante. Culpó a nuestra agencia de viajes de darles mal el número de vuelo, por lo que el coche estaba a las 10:00 de la mañana esperando. En ese momento eran las 14:00 horas. Total, que preguntando y mirando mapas conseguimos tomar un autobús que nos llevó a la Plaza de Ópera, situada a unos 10 minutos del hotel. Si lo llegamos a saber, no contratamos ningún coche. Cosas que pasan.
Por la
tarde, muy cansados del viaje, compramos algo de fruta para ir tirando y nos
plantamos en la “Île de la Cité”. Es el centro de París donde se encuentra,
entre otras cosas, Notre-Dame. Notre-Dame es una catedral gótica que tampoco va
a dejar sin hipo a nadie, pero que tiene detalles interesantes como los
arbotantes, las cristaleras y las
archiconocidas gárgolas.

En el Louvre se nos fueron unas cinco horas, y eso que nada más llegar se escuchaba por megafonía que, por motivos de seguridad, había que desalojar el museo. Como vimos que nadie lo hacía, intuimos que podía ser una falsa alarma. Sabemos que nos dejamos muchas obras por ver con detenimiento, pero son necesarios varios días para conseguir hacerlo.
Una vez fuera del Louvre, cruzamos el jardín de las Tullerías, en el que compramos un carísimo pero necesario bocadillo para retomar fuerzas camino de los “Campos Elíseos”. Cruzamos la “Plaza de la Concordia” y fuimos a una de las zonas más exclusivas de París, con grandes firmas de moda, tiendas caras, concesionarios de coches a modo de museos y alguna cafetería interesante. Al fondo, el “Arco del triunfo” nos esperaba. No llegamos a subir, puesto que era tarde y queríamos ir a la Torre Eiffel todavía, por lo que corriendo abandonamos la obra que mandó construir Napoleón para dirigirnos a lo que puede ser el emblema más famoso de París. Pero, claro, no contábamos con una serie de problemas. El primero es que uno de los ascensores que suben a la torre estaba estropeado, por lo que todo el mundo se agrupaba en dos colas. Según los carteles electrónicos de la torre, teníamos que hacer cola durante más de dos horas, he aquí el segundo problema. Así que pensamos que mejor era ir al día siguiente y echamos mano del plan B: un paseo en barco por el Sena. Y eso hicimos cogiendo el conocido como “batobus”, en el que te puedes bajar y subir en 8 puntos distintos. Por ese día, ya habíamos andado bastante.
El jueves 5 de abril fuimos a “Montmartre” . Lo mejor no es visitar la Basílica del Sagrado Corazón, sino la subida, en la que tienes que cruzar por unas hermosas calles. Las vistas de París, una vez llegas arriba, son muy buenas, aunque el día que nos acercamos estaba nublado.
A modo de conclusión, una recomendación para aquellos que sepan francés y les guste la literatura: a los lados del Sena, se encuentran los bouquinistes , puestecillos que venden libros antiguos de ocasión y de segunda mano, junto con láminas de la ciudad y otros souvenirs.
de toda la vida, de todos los pintores que estudie, el cuadro que mas me ha impresionado siempre es --la gioconda- ahora se porque, y es que de cualquier angulo que la mires, ella te estara mirando, no se rie, porque transmite, su profundidad, su deseo, su anhelo, transmite esa tristeza que no la deja ser como es y sin lugar a dudas leonardo da vinci jamas imagino cuantas giocondas habrian en el mundo.
ResponderEliminarLa Gioconda es un cuadro fantástico. Hay muchos geniales en el louvre, a mí me impactó mucho la libertad guiando al pueblo.
ResponderEliminarGracias por el comentario y saludos!