Aunque en la niñez ya había leído algunas aventuras del avezado detective inglés Sherlock Holmes, todavía no me había sumergido del todo en serio en esta gran obra del género negro, fruto de la imaginación del escritor Arthur Conan Doyle (1859-1930). He decidido comenzar mi lectura, a la par que estudio, a través de cuatro novelas: “Estudio en escarlata”, “El signo de los cuatro”, “El sabueso de los Baskerville” y “El Valle del terror”.
“Estudio en escarlata” es el origen de todo. Un médico procedente de las guerras de Afganistán llamado Watson, que será la voz que nos relate todas las historias, conoce a un detective-asesor llamado Sherlock Holmes, con el que compartirá residencia en el afamado 221b de Baker Street.
Impresionado por los métodos deductivos de Holmes, además de otras características de su personalidad, Watson decide seguir a su compañero y ver cómo ayuda a Scotland Yard en unos misteriosos asesinatos. La novela se divide en dos partes; en una de ellas nos trasladaremos a otro país para conocer una dramática historia de amor y venganza, elementos motores de los asesinatos que se producen.
“El signo de los cuatro” nos describe ciertas “adicciones” que Holmes tiene a sustancias estupefacientes, concretamente a la cocaína, necesaria, según él, cuando ningún caso ni ninguna actividad distraen su inquieto cerebro. El caso que atañe al detective y al doctor esta vez tiene que ver con un misterioso tesoro y un extraño y secreto pacto entre cuatro caballeros. Es una entretenida novela en la que, además del suspense, se muestra cómo nuestro amigo Watson se enamorará por completo de una joven.
“El perro de los Baskerville” quizás sea una de las aventuras más famosa de Holmes. Recuerdo que la tuve como lectura obligatoria en la clase de inglés (eso sí, adaptada a un nivel bajo). Watson es nuestro principal actor, viéndose enturbiado por una historia fantasmagórica que ocurrió en la mansión de los Baskerville. Cuenta la leyenda que un perro de dimensiones colosales mató a uno de los primeros residentes de la mansión, un viejo noble un tanto diabólico. Más tarde, muere otro Baskerville, presentándose todas las pistas como el ataque de un can peligroso. Un joven Baskerville procedente de EEUU viaja a la mansión decidido a ocuparla y seguir la tradición familiar, pero el peligro le sigue acechando, por lo que es hora de que Holmes actúe con su fiel Watson.
La última novela, “El valle del terror”, tiene especial interés porque se menciona al profesor Moriarty, archienemigo de Holmes y peligroso malhechor; sin embargo, la historia nos trae otros personajes, un asesinato, una cruda confesión sobre un grupo de asesinos que vivían en EEUU y más elementos que se descubren mejor sumergiéndose en esta lectura.
Pues creo que no he leído nada de Sherlock Holmes (salvo un relatito de Stephen King, homenaje a Doyle), pero sí que lo tengo presente para, algún día, probar y, si me gusta, leerlo todo, todito.
ResponderEliminarPero ya sabes que a veces hay más libros que tiempo para leer.
¡Besines!
La verdad es que Holmes era una asignatura pendiente, pero es verdad, hay muchos libros y poco tiempo. Aún así, merece la pena leer las historias de este detective. Saludos!
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