El señor Grandet es un hombre rico, sin escrúpulos y de una avaricia enfermiza. Su hija Eugenia tiene, por contra, un corazón bondadoso y lleno de inocencia. Rodeada de aduladores, egoístas y mentirosos que cortejan no a la señorita Grandet, sino su fortuna, la joven conocerá lo que es un amor imposible. Junto con su madre y Nanon, la criada, ambas también de una generosidad y de una ternura enorme, Eugenia sufrirá todo tipo de avatares.
Balzac retrata una época y unas clases sociales en la Francia decimonónica con lucidez y una ironía hilada muy finamente. Los sentimientos frente al interés, el dinero frente al corazón… Un combate entre lo material y lo espiritual que podría, perfectamente, llegar hasta nuestros días sin perder ni una pizca de actualidad.
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