El inspector de policía sueco Kurt Wallander se ha convertido con el tiempo en uno de esos personajes de la novela negra y policíaca que se ha ganado mi simpatía. Te lo imaginas abrigado por las calles de Ystad ,un municipio al este de Suecia ubicado en la región de Escania . Te lo imaginas vestido de negro, como vemos siempre en las fotos de los libros a su creador, Henning Mankell. Te lo imaginas luchando contra la burocracia y el crimen. Para mí, Wallander es, además, un policía que vive sus propias historias personales, ajenas al mundo del suspense, desgarradoras en muchos casos, en las que combate contra la soledad y el hastío. En “Los perros de Riga”, su segunda obra de la serie “Wallander”, Mankell nos cuenta una historia contextualizada a principios de los años 90 del pasado siglo: dos marineros, seguramente traficantes de algo ilegal, se encuentran con una patera en la que pueden ver dos cadáveres vestidos con traje y corbata. Enganchan la barca con una c
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