Hace ya muchos años, cuando todavía no me había adentrado en el maravilloso mundo de la literatura, cayó en mis manos una recopilación de relatos de tipo fantástico editado por “Vicens Vives”. No sabía lo que me iba a encontrar concretamente; era aún muy joven. El primer relato al que me enfrenté fue “El corazón delator” de Edgar Allan Poe. El ritmo vertiginoso de la narración me enganchó desde el principio, puesto que el protagonista, hablando en primera persona, describe detalladamente unas obsesiones que lo llevaran inexorablemente hacia un trágico y sangriento suceso. Desde entonces me aficioné a Poe y a todo lo que escribió. El segundo relato, escrito por H.G.Welles, se titula “El caso del difunto señor Elvesham”. Welles nos plantea una situación peculiar: un hombre muy viejo y muy rico, en el ocaso de su vida, da con una forma que le puede permitir seguir viviendo más años. Para ello, necesita un joven inocente y sin dinero al que engañar. Lo mejor: un final muy sorprendente ambi
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